¿Te has preguntado alguna vez cómo influye tu vida sexual en cómo duermes? El sexo y el sueño guardan una relación muy estrecha, no solo porque suelan darse en el mismo lugar. Muchos de los procesos fisiológicos que intervienen en las relaciones sexuales son importantes para disfrutar de un sueño reparador.

En este artículo exploraremos la conexión que existe entre ambas actividades y cómo la mejora de una puede beneficiar a la otra, todo ello con la ayuda de análisis de datos agregados y desidentificados de los miembros de Oura.

¿El sexo te da sueño?

Para muchas personas, el sexo tiene un efecto somnífero. Hay estudios científicos que lo corroboran: la intimidad física y emocional del sexo provoca la liberación de neurotransmisores clave (la oxitocina, la serotonina y las endorfinas), que favorecen la relajación y reducen el estrés.

Sin embargo, también hay personas a las que les cuesta conciliar el sueño después de hacer el amor. ¿A qué se debe esta diferencia? Todo depende de la respuesta fisiológica del cuerpo, del estado emocional e incluso del momento de la actividad.

Datos de los miembros: De acuerdo con los datos agregados y desidentificados, cuando los miembros de Oura usan la etiqueta “sexo”, experimentan las siguientes mejoras con respecto al día anterior:

  • Un 11,7 % más de sueño profundo
  • Un 10,8 % más de sueño REM
  • Un 2,4 % más de sueño total
  • Una VFC media un 4,2 % más alta

Cómo afecta el sexo al organismo

Calmantes químicos

  • La oxitocina, a menudo llamada la “hormona del amor”, produce serenidad y favorece la intimidad, lo que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad
  • La serotonina, un neurotransmisor vinculado a la regulación del estado de ánimo, aumenta la sensación de bienestar y facilita la relajación.
  • Las endorfinas pueden aliviar el dolor y producir alegría, lo que contribuye a generar una sensación de satisfacción y tranquilidad.

Juntas, estas sustancias químicas producen un efecto sedante (reducción de la frecuencia cardíaca y de la tensión arterial) que crea las condiciones ideales para un sueño reparador. 

Actividad física

El sexo puede ser una forma de ejercicio de intensidad moderada. Según un estudio, los hombres queman, de media, unas 101 calorías (4,2 por minuto) durante las relaciones sexuales, mientras que las mujeres queman unas 69 calorías (3,1 por minuto). Como ocurre con cualquier actividad física de intensidad similar, el sexo puede producir una sensación agradable de fatiga que estimula el descanso.

Reducción del estrés

El sexo puede hacer descender los niveles de cortisol, que es la principal hormona del estrés. La combinación de reducción del estrés, conexión emocional y esfuerzo físico activa el sistema parasimpático y prepara el cuerpo para descansar. 

Sin embargo…

No a todo el mundo le entra somnolencia después de hacer el amor. 

Para algunas personas, el aumento de la actividad física o de la temperatura corporal puede resultar estimulante y retrasar el proceso natural de enfriamiento del cuerpo, que es esencial para conciliar el sueño. Además, factores emocionales como el estrés o la incomodidad con la intimidad pueden llevar a la rumiación, lo que dificulta la relajación.

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Cómo influye el sueño en el sexo

El sexo y el sueño son impulsos biológicos innatos que afectan al bienestar físico, emocional y cognitivo, y que están vinculados entre sí.

Por lo tanto, no dormir bien puede repercutir significativamente en tu vida íntima. En particular, la falta de sueño puede hacer que disminuya el apetito sexual e incluso perjudicar la función sexual y la satisfacción. “Ningún aspecto de nuestra biología queda indemne ante la privación del sueño”, señala el Dr. Matthew Walker, que es científico del sueño y asesor en Oura. “El sueño es como el director de orquesta del cuerpo, ya que garantiza que las hormonas, los neurotransmisores y los principales sistemas orgánicos actúen en armonía para que el cerebro y el cuerpo funcionen correctamente”.

1. Cambios hormonales

“Las hormonas reproductivas, como el estrógeno o la testosterona, son fundamentales para tener una vida sexual sana”, explica Walker. “En algunos estudios vemos que hombres jóvenes y sanos que duermen cinco horas al día durante una semana tienen un nivel de testosterona comparable al de alguien diez años mayor. Eso significa que la falta de sueño puede acelerar hasta en una década el descenso de una hormona que es esencial para la vitalidad y la virilidad”. 

Los resultados son similares entre las mujeres: un estudio revela que una hora más de sueño al día se asocia a un aumento del 14 % en el deseo sexual femenino.

2. Función sexual

Los desequilibrios hormonales causados por la falta de sueño pueden provocar trastornos como la disfunción eréctil en los hombres y la disminución del placer y la capacidad de llegar al orgasmo en las mujeres.

Se calcula que la disfunción eréctil afecta a treinta millones de hombres en Estados Unidos y se cree que esta afección obedece, en parte, a desequilibrios en las hormonas tiroideas, la testosterona y el cortisol. De hecho varios estudios indican que la falta de sueño es una de sus principales causas. 

En las mujeres, dormir mal está relacionado con la sequedad vaginal, la disminución del placer sexual y los problemas para alcanzar el orgasmo.

3. Cambios de humor y aumento de la fatiga

La falta de sueño puede provocar cansancio, ansiedad y cambios de humor, y todo ello puede traducirse en una disminución de la libido. Según un estudio, una de cada cuatro parejas casadas o que viven juntas no tienen relaciones sexuales porque están demasiado cansadas. El cansancio también afecta al estado de ánimo y al bienestar mental. De hecho, algunos estudios demuestran que la falta de sueño aumenta la ansiedad.

Por el contrario, dormir bien se asocia con la regulación emocional, la claridad mental, el aumento de la energía y una mayor libido

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4. Conflictos de pareja

“Cuando las parejas no duermen lo suficiente, son más propensas a tener conflictos al día siguiente, que pueden no resolver eficazmente por culpa del cansancio”, comenta Walker. “En parte, eso se debe a la pérdida de empatía causada por la fatiga y a que las personas que no duermen lo suficiente son menos resolutivas. En otras palabras, la falta de sueño favorece las peleas”.

Además, las dificultades en la regulación emocional están relacionadas con los trastornos sexuales y la insatisfacción en ese aspecto.

5. Mayor riesgo de padecer trastornos del sueño

“Los trastornos del sueño repercuten negativamente en la salud y en la vitalidad, por lo que no es de extrañar que también afecten a la vida sexual”, explica Walker. Problemas crónicos como el insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de las piernas inquietas están relacionados con una menor satisfacción y actividad sexual.

6. Fertilidad

Según Walker, los estudios demuestran que la falta de sueño puede afectar a las hormonas reproductivas y a la fertilidad, lo que, a su vez, puede tensar el vínculo emocional y físico de la pareja. De hecho, la National Sleep Foundation indica que las mujeres que duermen menos de siete horas al día tienen un 15 % menos de probabilidades de quedarse embarazadas, mientras que, en los hombres, dormir menos de seis horas diarias es perjudicial para la salud del esperma.

RELACIONADO: ¿Qué relación hay entre el sueño y la fertilidad?

Consejo para nuestros miembros: Si quieres conocer bien tu ciclo menstrual y saber qué días eres más fértil, usa la función Ventana fértil de Oura.

Mejor sueño = mejor sexo 

Si quieres mejorar tu sueño o tu vida sexual, prueba a seguir estos consejos:

  • Busca el momento propicio. Si mantener relaciones íntimas por la noche te dificulta el sueño, déjalo para otro momento del día. Si, por el contrario, te ayuda a conciliar el sueño, no dudes en utilizarlo como herramienta para relajarte antes de acostarte.
  • Busca otras formas de intimar. Algunos estudios demuestran que el sexo no es la única forma de inducir el sueño: los abrazos y los mimos también pueden reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño.
  • Revisa tu salud hormonal. Si sospechas que tienes desequilibrios hormonales, tu libido es más baja de lo habitual o estás experimentando alguna disfunción sexual, busca ayuda profesional.
  • Plantéate dormir por separado. Un divorcio del sueño es cuando una pareja decide dormir en espacios separados para mejorar la calidad del sueño. Walker asegura que esto no tiene por qué mermar las relaciones sexuales, ya que la gente suele tener una libido más alta cuando ha descansado bien.
  • Sigue un horario de sueño regular. Intenta acostarte y levantarte siempre sobre la misma hora, y asegúrate de que duermes al menos siete horas reales al día.
  • Mejora tu higiene del sueño. Duerme en una habitación oscura y fresca, evita comer y beber durante la hora antes de acostarte, deja el teléfono (u otros dispositivos) lejos de tu alcance y, antes de acostarte, dedica un rato a relajarte física y mentalmente.


Si entiendes la relación que existe entre el sexo y el sueño, y adoptas hábitos nocturnos saludables, conseguirás dormir mejor y disfrutarás de una vida sexual más satisfactoria.

Consejo para nuestros miembros: La función Consejos para la hora de acostarte de Oura te puede ayudar a ser más regular en el horario de ir a la cama.